Por Melisa Santander
El actor Andrés García anunció hace poco que su estado de salud era muy delicado, y que tenía graves afecciones por la cirrosis que padece, la misma que incluso le estaba haciendo perder el oído y la memoria. Y que esto se debía a que él no hizo caso a las sugerencias de los médicos de “bajarle a la parranda” pues los galenos le habrían advertido a Andrés que los excesos de alcohol le causarían graves problemas, pero él no hizo caso.
Al igual que no hizo caso, en sus tiempos, el hijo del pueblo, el cantautor José Alfredo Jiménez, también se dedicó a las parrandas y la bebida, en estas faenas lo acompañaban grandes figuras de la época como Chavela Vargas o Lucha Villa quienes participaban activamente de las tertulias del cantante.
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Fue a finales de la década de los 60 que al hijo del pueblo una extraña enfermedad lo dejaba desmayado, los médicos le explicaron que sufría de cirrosis hepática, y el infierno empezó para él, su hígado dejaba de funcionar y en febrero de 1973, poco después de su cumpleaños, fue a dar a la clínica.
Durante sus últimos días, El Rey, como era conocido, ya no podía moverse de su cama, el profundo dolor lo torturaba todos los días. lo que hizo muy incómodo para él el intentar evadir el dolor que lo envolvía casi todo el tiempo. Según José Alfredo Jr., su padre vivió una gran agonía en las últimas semanas de su existencia, pues no había que le pudiera evitar el suplicio de la cirrosis, finalmente falleció en noviembre de 1973.
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