Se confirma lo que muchos creían sobre el divorcio de Sandra Echeverría y su esposo

Para nadie es fácil hablar acerca de un divorcio, ya que es un proceso que a veces, se ve como un fracaso, pero al parecer hay parejas que  dejan que otros expliquen por ellos estas terribles y dolorosas decisiones. Sandra Echeverría y Leonardo de Lozanne tuvieron un matrimonio de 11 años y parecían estables y tranquilos, pero al parecer esto fue lo que no terminó gustándoles.

Después de que “la nueva María Félix” diera a conocer en un podcast sobre su divorcio con Leonardo de Lozanne, en el que  declaró que estaba siendo la etapa de su vida más difícil, un conocido y cercano de ambos, decidió hablar ante medios de la verdad acerca de este matrimonio. Resulta ser que los proyectos de ambos los alejaron, ya que fue difícil empatar sus agendas durante mucho tiempo.

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Leonardo de Lozanne al parecer no soportó a una mujer tan ocupada y es que hay que recordar que ella acaba de terminar una serie que generó mucha expectativa, “La Doña”, sin duda una gran responsabilidad para la que no estaba preparada, no por lo menos en el aspecto personal. Independientemente del éxito o no de la serie, esto le trajo un crecimiento muy rápido a la actriz, que dejó de tener tiempo para su familia.

De acuerdo con la entrevista dada a TVyNovelas, este cercano a la familia reveló que Leonardo de Lozanne le dijo a su ex esposa que le bajara a su ritmo de trabajo para que siguieran haciendo cosas juntos y ella no pudo. El afán perfeccionista de Sandra Echeverría tampoco ayudó, dice el entrevistado que se volvió altanera e insoportable con su familia y con todos los que la rodean y esto a De Lozanne no le pareció.

Malos tratos en la familia, terminan por destruirla

La fuente consultada por el medio de polémicas, describió que ella se volvió muy perfeccionista y que terminó por gritarle a todos en su casa, en su trabajo y que también se convirtió en altanera  y gritona, que esto fue lo que definitivamente terminó de arruinar la relación. A estas actitudes siguieron las de Leonardo de Lozanne, que también fue absorbido por su regreso al canto y a la actuación.