Kate del Castillo le da la razón a su papá y confiesa si llegará o no al altar con su novio Édgar Bahena

Hace no mucho tiempo, Kate del Castillo decidió darle una segunda oportunidad al amor, ahora de la mano de Édgar Bahena, con quien la protagonista de 'La reina del sur' se ha mostrado más que enamorada, y hasta ha dejado claro que su relación va en serio, y no sólo por el apoyo que este mismo le demuestra en ámbitos profesionales y personales, sino hasta por la convivencia con la familia de Kate.

Con tanta seriedad y formalidad en su romance tras dos matrimonios fallidos, la actriz fue cuestionada sobre la posibilidad de llegar al altar, por lo que le dio la razón a su papá respecto a este tema: “Ya un tercer matrimonio no, ya sería muy ridículo. Sí estoy muy feliz, pero ya de casarme no, ya a mi edad es muy ridículo” dijo la actriz quien además le dio la razón a su papá, quien aseguró que las actrices no tienen suerte en el amor, y tras dos matrimonios que no funcionaron, Kate no tuvo más que darle la razón a su papá Eric del Castillo.

“Imagínense llevo dos matrimonios, tenía razón. Mi papá tenía razón, debí de haber hecho caso, pero ni modo la vocación me llamó" dijo Kate quien cabe mencionar, confesó estar muy enamorada de su novio Édgar Bahena y disfrutando sobre todo esta relación:

“Sí, sí estoy (enamorada), no se puede ocultar. Estoy muy contenta, tranquila, uno llega a una edad en la que se enamora de una manera diferente, tranquila, bonita, inteligente y en eso estoy” reveló la actriz de Telemundo.

Los matrimonios fallidos de Kate del Castillo

Por su parte, Kate tiene razones de sobra para no creer en el matrimonio, y es que anteriormente mantuvo dos romances que llegaron al altar, primero con el ex futbolista y ahora comentarista deportivo Luis García, esto del año 2001 al 2004 y que fue muy tormentoso, seguido de su matrimonio con el actor Aarón Díaz del 2009 al 2011, y aunque entre dichos matrimonios y hasta este 2022 tuvo varios romances, fue hasta el 2022 cuando su relación con Édgar inició, y aunque hay amor de sobra, no hay planes de llegar al altar.